El extraño verano prosigue en el otoño

Sin pretenderlo conscientemente he abierto una nueva vía de trabajo, más lúdica, que además me permite conectar con mis vivencias actuales, con las cosas que amo, con los espacios de cariño.

TRABAJANDO EN EQUIPO

El grupo de amigos de los miércoles "Cre-arte" compartimos unos planteamientos de trabajo y estamos disfrutando con la variedad de obras que van surgiendo.
Fruto de ello son los siguientes collagues. En primer lugar, partiendo de una imagen común, una barca, este fue mi resultado:

Cada compañero le puso un título. A mi me gusto el que sugería que voy, vengo... en definitiva, que deambulo por diversos universos, aparentemente sin mucha claridad sobre qué camino seguir. Pero la vida es tan compleja que ese despiste quizá al final resulte ser eso, "la vida misma".

El título que me asignaron para la segunda tarea, tenía su "aquel": "Cargando con la vida". Estos tres trabajitos, en forma de poema-visual, fue lo que me sugirió:

DELICADAMENTE RETOMO LA VIDA

Hace unos meses, mi forma de trabajar el apunte suelto del natural, era con garra y expresividad saturada de fuerza y, ¿por qué no decirlo?, mala leche; una forma de soltar los demonios cualquiera que estos fueran. Ahora que retomo más conscientemente la tarea, veo que necesito poco espacio en el papel, materiales más delicados, la línea es más importante que la mancha, el cansancio me lleva a ser más paciente. Algunos parecen contradecir lo que estoy diciendo. Quizá. Al fin y al cabo somos seres contradictorios. Otros los siento muy frágiles, el papel se ha arrugado, pero eso me gusta especialmente.