lunes, 15 de octubre de 2012

EL PORQUÉ DE MIS COLLAGUES. UNA PEQUEÑA REFLEXION ABIERTA...

Últimamente robo imágenes porque no siento la necesidad de crearlas. Navegar en este mar saturado y tempestuoso de imágenes, me conduce a una búsqueda del silencio visual para así poder descifrar lo que está pasando en nuestra sociedad de la sobreinformación y el ruido.
El proceso quizá ayude a descifrar el resultado. Dice Didi-Huberman en su ensayo “La imagen mariposa”, que los grandes pensadores de la forma y la imagen, desde los antiguos pintores chinos hasta Paul Klee, hablan de las imágenes como proceso, como acto y no como cosas.
Mis collages comienzan a partir de imágenes seleccionadas de los medios de comunicación de una manera semiracional. Pueden ser imágenes impactantes o simbólicas, de noticias con mayor o menor repercusión, de la publicidad o de otras referencias.
Las fotografías se unen en un azar semicontrolado y se entrelazan a través de símbolos y colores en una arquitectura prefijada en algunas ocasiones, y se van desenvolviendo en el propio proceso reflexivo semiautomático. El automatismo, el inconsciente, la fantasía, el sueño, van hilando y tejiendo una red de conexiones sobre las que sobrevuela siempre un discurso crítico. A veces una imagen conocida está manipulada hasta su distorsión. Para afrontarla se precisa de la imaginación. No hay imagen sin imaginación.
Para Baudelaire la imaginación es la facultad capaz de “percibir de entrada … las relaciones más íntimas y secretas entre las cosas, las correspondencias y las analogías”.
Mis collages están realizados así, a base de relaciones y analogías, contradicciones y paradojas, rompecabezas y evidencias, pero al final hablan de “lo de siempre”, la vida y la muerte, la banalidad y el dolor, la violencia y la ternura.

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