sábado, 9 de noviembre de 2013

DELICADAMENTE RETOMO LA VIDA

Hace unos meses, mi forma de trabajar el apunte suelto del natural, era con garra y expresividad saturada de fuerza y, ¿por qué no decirlo?, mala leche; una forma de soltar los demonios cualquiera que estos fueran. Ahora que retomo más conscientemente la tarea, veo que necesito poco espacio en el papel, materiales más delicados, la línea es más importante que la mancha, el cansancio me lleva a ser más paciente. Algunos parecen contradecir lo que estoy diciendo. Quizá. Al fin y al cabo somos seres contradictorios. Otros los siento muy frágiles, el papel se ha arrugado, pero eso me gusta especialmente.







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